Le Bistrot abrió sus puertas en noviembre de 1981, de la mano de sus fundadores Máximo Herrero y Pedro Úcar, quienes compartían la visión de ofrecer una cocina tradicional en un espacio cercano y acogedor, pensado para disfrutar buenos momentos alrededor de la mesa.

A lo largo de más de cuatro décadas, Le Bistrot ha sido escenario de pedidas de mano, reuniones memorables y celebraciones después de un largo día. En sus mesas han nacido historias que forman parte de la memoria de generaciones de clientes.

Entre sus platos más reconocidos destacan, para compartir, el pulpo al carbón, el chicharrón con cebolla encurtida y las legendarias arañitas, consideradas de las primeras en Panamá. En los fuertes, los callos con arroz con colon y el picante de la casa son imperdibles, así como nuestra pesca fresca del día —mero, corvina, guabina— preparada con distintas salsas. Y para los amantes del marisco, la sopa centenaria de siete mariscos y tomate natural, creada en homenaje al centenario de Panamá, se ha convertido en un clásico de la casa.

Hoy, bajo la dirección de la familia Herrero, Le Bistrot mantiene viva la esencia de sus fundadores, honrando a quienes dieron origen a este proyecto y renovando, día a día, el compromiso de ofrecer calidad, tradición y hospitalidad a todos sus invitados.